Seguimos con la serie de curiosidades sobre Camboya. Un país lleno de contrastes y tradiciones que no dejan indiferente a ningún viajero que lo visita.

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10. Los zapatos son para caminar por la calle

En Camboya los zapatos se usan solo en la calle

Por mucho que te gusten tus nuevas sandalias, en Camboya tendrás que dejarlas fuera de todos los templos, casas y restaurantes.
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Siempre que entremos en una casa particular o en un templo, hay que descalzarse. Es un signo de respeto, ademas de una medida de higiene.

Esta tradición o protocolo de educación que nos puede parecer un tanto extravagante en principio, en realidad tiene una funcionalidad marcada de carácter sanitario. Las calles de Camboya muchas veces son simples caminos de barro, la suciedad que uno puede llevar en el calzado, hace poco apropiado entrar con ellos en espacios privados y libres de la suciedad de la calle.

11. Anatomía y Religión

En Camboya hay que descalzarse para entrar en templos y casas privadas

En Camboya, los pies son considerados la parte más impura del cuerpo.
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La cabeza es considerada la parte más pura y sagrada del cuerpo, y los pies la más impura.

Siguiendo esa misma lógica, se considera ofensivo y de mal gusto:

  • Utilizar zapatos o pantalones a modo de almohada cuando estemos acostados.
  • Levantar o pasar nuestros pies por encima de alguien que esté sentado o estirado en el suelo.
  • Tocar la cabeza de personas mayores.
  • Apuntar a la cabeza de las personas mayores e imágenes de buda con la planta de nuestros pies.

12. Sí, te entienden (o eso parece siempre)

Puede ser que estén entendiéndose perfectamente, aunque en Camboya es mejor asegurarse de que así sea.
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El orgullo camboyano casi les prohíbe demostrar que no han entendido ni mú.

A los camboyanos les cuesta muchísimo reconocer públicamente que no saben o entienden algo. Lo más frecuente es que respondan siempre con un gesto afirmativo de la cabeza y una leve sonrisa aunque no entiendan una solo coma de lo que decimos.

Se podrían escribir enciclopedias con los malos entendidos entre turistas y locales generados por esta circunstancia.

Cuando estés reservando alguna excursión, habitación o mesa en un restaurante, cerciórate de que tu interlocutor ha entendido lo que le has querido decir. 

En Camboya puedes caer en la trampa de pensar que se te da divinamente lo de hacerte entender, pero lo más seguro es que te lleves más de una sorpresa si te confías.

13. ¿Innovar? No, mejor imitar

Emprender en Camboya suele tener más de imitación que de innovación

La innovación está sobreestimada. Si algo funciona, ¿por qué no imitarlo?
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Aunque es una característica de los asiáticos en general, en Camboya roza lo cómico.

Es bastante frecuente que, si alguien crea y desarrolla una idea de negocio original y exitosa, no pase una semana sin que surjan otras 10 empresas reproduciendo y copiando sin rubor, cada uno de los elementos distintivos de dicha empresa.

Por si esto fuera poco, no solo se copian unos a otros, sino que tienden a ubicarse juntos, haciéndose la competencia en la misma calle, barrio o zona. Huelga decir que en Camboya no hay protección a la propiedad intelectual, y lo que es más asombroso, hay una gran resignación y tolerancia social a esta práctica. No obstante, la creatividad está muy denostada (incluso penalizada, ya se sabe que los que tienen nuevas ideas pueden ser peligrosos).

14. Normas de circulación, la ley del «más grande»

Motocicleta Camboya Siem Reap Templos de Angkor

Uno puede pensar que esta imagen es una locura o una excepción. Pero no, en Camboya se pueden ver cosas como esta frecuentemente.
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A pesar de que en las calles y carreteras de Camboya encontrarás pasos de cebra, lineas continuas e incluso semáforos, no te confundas, el tráfico en Camboya se rige por la ley del más grande.

Así, siempre tienen preferencia los camiones frente a los coches, los coches sobre las motos y las motos sobre las bicicletas.

No se concibe que haya peatones, a no ser que te quedes sin gasolina y no tengas más remedio que empujar tu moto, por lo tanto las pocas aceras que hay están ocupadas con tiendas o vehículos aparcados.

Ah!! se nos olvidaba mencionar que la inmensa mayoría de conductores nunca han pisado una autoescuela. Así que si tienes pensado alquilar un vehículo para circular por Camboya, te recomendamos que antes te asegures de que puedes manejar la situación.

15. Cuidado con lo que bebes en Camboya

En Camboya la gasolina se vende en botellas de refresco

No, esa niña no está llenado el depósito de refresco de naranja. La gasolina en Camboya se sirve en botella de refresco. ¡Ojocuidao!
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Si eres de los que les gusta echarse una copita de vez en cuando, procura pedirlas en un bar.

A lo largo de toda la geografía camboyana hay pequeños puestos con expositores llenos de botellas de whisky, ginebra, vino, etc. No te extrañe que todas contengan un líquido de color amarillo, ya que no es alcohol lo que contienen, es gasolina.

La razón de su existencia se debe a la abundancia de motos y la escasa autonomía de las mismas, que les obliga a disponer de combustible a mano en cada esquina.

Si conduces, ¡no bebas!

No serás la primera persona en darle un trago a una botella de ron que en realidad tiene gasolina. Un consejo, antes de beber nada, huele primero la botella y cerciórate de que no te vas a tomar un trago de combustible.

16. El idioma camboyano no es tan difícil

Imagen del alfabeto camboyano. El idioma en Camboya no es tan difícil

¡Está chupado! Bueno, tampoco es eso, pero te aseguramos que es un idioma muy fácil de aprender y utilizar.
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El alfabeto camboyano tiene 23 vocales, 33 consonantes y otras 12 vocales independientes.

Está claro que con tantas combinaciones de sonidos la pronunciación es lo más complicado, sin embargo la gramática es muy simple, sin tiempos verbales, género, número, artículos, etc.

A pesar de que el lenguaje formal es algo más complejo, en el camboyano coloquial el sentido de las frases se construye colocando las palabras en orden de relevancia.

17. Los árboles de los difuntos

En Camboya cuelgan a los difuntos de un árbol.

Una familia camboyana adentrándose en los bosques indundados en busca de un buen árbol donde colgar a su ser querido fallecido.
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Recientemente se ha descubierto una práctica de los habitantes que viven en los bosques inundados de las riberas de gran lago Tonle Sap.

Aunque no está clara la razón, cuando fallece alguien en la comunidad lo envuelven en una esterilla tejida a mano y navegan varias horas en el interior del bosque para colgar al difunto de algún árbol.

La naturaleza se encargará de hacerlo desaparecer. Parece ser que la dificultad de enterrar los cuerpos en tierra firme ( muchos de los habitantes del Lago son descendientes vietnamitas ) o de llevar dichos cuerpos a una págoda para la incineración, les obligó a ser prácticos.

Después de que esta práctica saliera a la luz, a inhibido a las aldeas en su práctica por miedo a la incomprensión.

18. La cabaña del amor

Aspecto de una choza del amor en Camboya

En la región de Ratanakiri, las muchachas que entran en la pubertad reciben como regalo una estancia en esta choza del amor donde pueden liberar la pasión que llevan dentro con quién quieran.
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Camboya es un país de moral puritana y conservadora. Sin embargo, hay una minoría en la remota región de Ratanakiri donde a las muchachas que entran en la pubertad se les construye una choza elevada sobre largos pilotes a fin de recibir a sus pretendientes.

Durante el tiempo que ella estime oportuno, podrá recibir a hombres, con los que practicar el sexo si así lo deseara.

Así mismo, las pequeñas chozas disponen de un agujero a la entrada por el que las muchachas pueden otear a su pretendiente y decidir si abrirle o no la puerta.

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